R. Kelly es un "depredador" que utilizó su fama para captar a menores con fines sexuales, dijeron los fiscales ante un tribunal de Nueva York al iniciarse el miércoles el tan esperado juicio de la deshonrada superestrella del R&B.
El artista ganador de tres premios Grammy, que llevaba un traje gris, corbata violeta y gafas, se sentó en silencio, con la cabeza gacha en algunos momentos, mientras la fiscalía abría su caso detallando un patrón de abusos violentos.
La fiscal federal adjunta María Cruz Meléndez describió a Kelly como "un hombre que durante décadas utilizó su fama, su popularidad y una red de personas a su disposición para captar, preparar y explotar a niñas, niños y mujeres jóvenes para su propia gratificación sexual". El hombre de 54 años está acusado de asociación delictiva, explotación sexual de menores, secuestro, soborno y trabajos forzados.
Kelly niega los cargos, que abarcan desde 1994 hasta 2018, pero se enfrenta a entre 10 años y cadena perpetua si es condenado por todos ellos.
Meléndez añadió que el cantante utilizaba guardaespaldas, conductores, abogados y contadores para encubrir todos los delitos.
Su carrera empezó a tambalear tras el estreno en 2019 de la explosiva docuserie "Surviving R. Kelly", que renovó el foco de atención sobre la escabrosa historia de la luminaria del R&B en la era post #MeToo.
El juicio, que se espera que dure un mes, comenzó finalmente en un tribunal federal estadounidense de Brooklyn tras un retraso de más de un año causado por la pandemia. Un jurado de siete hombres y cinco mujeres decidirá la suerte de Kelly.